viernes, 16 de marzo de 2012

Millás





En ejercicio de la imitación, quizás homenaje a Juan José Millás que en sus artículos del país semanal analiza sistemáticamente una fotografía, puede que me adelante a su dominical trabajo, pero lo intentaré. Es la cara del ministro español , Luis de Guindós, que representa como ningún otro ministro al país íbero, esto si que es democracia representativa, pero de la representación icónica, esa cara de agonía, de sorpresa, de amabilidad fingida del español frente a la mano alemana, que con firmeza estrangula a su homólogo de la zona pobre de Europa. Son esas manos de hierro, de mujer llamada Merkell las que agonizan ahora a nuestro país, ese imposición de rebaja del déficit en pos de los derechos de toda la ciudadanía de los países periféricos. Ante esto la sonrisa socarrona del germano al verse sorprendido; como cazado por los periodistas. Como si estos fueran esa cuarta pared teatral, cual espectadores que transmitirán a sus convecinos esta macabra obra llamada Unión Europea. Como en una metáfora visual de la situación actual. Frente a la perfecta e impoluta colocación del traje alemán sorprende la mala colocación de la corbata estampada de recortes de nuestro ministro. A principios del siglo XX comenzó el reparto de África entre las grandes potencias, quedando España aislada en el protectorado marroquí sin opción a "invadir" otras colonias, igual que ahora en que las potencias europeas se reparten los recursos de los países denominados como PIGS o PIIGS (Portugal, Ireland, Italy Greece, Spain) recursos entre los que se encuentran nuestros derechos sociales y laborales. Los Estados Unidos de América ya no puede exprimir más a los países subdesarrollados y como aves de rapiña vienen, y no solo con los gobiernos sino con poder bancario también, a intentan arrollar con la riqueza y la fuerza productiva que queda. Aunque pueda robarnos con tasas, desahuciarnos, agredirnos mediante las fuerzas del orden, nunca podrán acabar con nuestras ideas, aunque intenten estrangularnos unas manos alemanas.


Gracias, también a Guindós y a Juncker por dejarnos esta estampa de lo que esta pasando en los círculos donde las cámaras no llegan, para la posterirdad.

3 comentarios:

  1. Datos personales

    El comentarista de nada

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  2. arrrriva españññññññññññññññññññññña

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  3. Gracias por tus comentarios
    y puntualizar lo de arriBa con b

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